Había una vez un cisne llamado Louie que era mudo en el reino de los cisnes. Nadie lo respetaba, pues un cisne trompetero sin voz, no era nadie.
Un día conoció un cangrejo y se hicieron muy amigos. Éste le dijo que los humanos también se comunicaban escribiendo y leyendo.
Así que Louie se fue a la ciudad y
aprendió a leer y a escribir. Cuando se graduó, volvió con los suyos: ahora podía comunicarse. Empezó a escribir mensajes, pero nadie lo entendía, pues eran cisnes y todo el mundo sabe que los cisnes no suelen saber leer.
aprendió a leer y a escribir. Cuando se graduó, volvió con los suyos: ahora podía comunicarse. Empezó a escribir mensajes, pero nadie lo entendía, pues eran cisnes y todo el mundo sabe que los cisnes no suelen saber leer.
Casualmente pasó por allí un helicóptero contratado por una abuela que hacia skydiving. La abuela se tiró y al desplegar el paracaídas se le cayó una trompeta que llevaba y que golpeó a Louie en la cabeza.
Éste, preguntándose qué era, sopló fuertemente por el pico y… emitió un sonido que el resto de cisnes interpretaron a la perfección. Ahora ya podía comunicarse, podía hablar, convirtiéndose en el cisne con mejor voz de todos.
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